Su hermano había sido apuñalado a la madrugada. Un hombre de 50 años lo había atacado con un cuchillo causándole una grave lesión en la zona abdominal; el puñal le perforó el intestino y los médicos tuvieron que operarlo de urgencia y practicarle un injerto para detener la hemorragia y poder salvarle la vida.
A. A. señalaba ayer con el índice de su mano derecha el lugar -a la altura de la cadera- donde el cuchillo había herido a J. A., su hermano. Y, aunque no daba las precisiones médicas de la lesión, era consciente de toda la sangre que había visto brotar del cuerpo de J.A. Pero A.A, el testigo, tiene sólo 10 años y su hermano, la víctima, apenas 9.
Estos dos niños estaban ayer a la madrugada en una fiesta de 15 años que se realizó en Balderrama, una pequeña localidad de Simoca en la que las plantaciones de caña prevalecen ampliamente sobre las esporádicas viviendas esparcidas a lo largo de una extensa calle de tierra.
La fiesta se había organizado en el patio de la casa de Arturo Zelaya, situada a unos 100 metros de la ruta 157. Zelaya había invitado a sus familiares y a sus vecinos para agasajar a su hija, pero un hombre, que fue identificado por la Policía como Segundo Pascual González, fue el intruso que casi transformó al cumpleaños en una tragedia.
González no estaba invitado a la fiesta pero, aún así, entró y se sumó a los comensales. “Ese hombre no es de la zona. No lo conocemos. No vi cuando atacó a los chicos. Pero al ver que la gente se amontonaba hacia la calle, me acerqué para ver qué era lo que pasaba. Ahí fue cuando vi a uno de los chicos que tenía cortado el brazo y que le sangraba la herida”, explicó Zelaya, el padre de la quinceañera. El ataque ocurrió alrededor de las 2.30 y el agresor apuñaló al niño de 9 años, a un adolescente de 15 años y a Adolfo Romano, de 19 años. “Este hombre decía que estaba buscando una moto, pero no sé por qué atacó a los chicos”, agregó Zelaya.
Sin advertencias
M.A., otra de las hermanas del niño de 9 años que fue apuñalado y que permanece internado en terapia intermedia en el Hospital de Niños, cuenta que e estaba en la vereda de la casa de los Zelaya cuando sucedió el ataque. “Él (por González) estaba dentro de la fiesta. Yo estaba afirmada en un auto con una de mis primas cuando este hombre se acercó y empezó a apuñalar a los chicos. No dijo nada. Sólo los atacó. A nosotras también nos quiso apuñalar pero logramos correr”, explicó la joven.
Huyó al cañaveral
En medio de la trifulca, los hermanos de J.A. no se dieron cuenta de que González lo había apuñalado. Asustado, el niño corrió a su casa, ubicada a unos 70 metros, en busca de sus padres. “Después de que nos atacó, otro de mis hermanos, que tiene 16 años, agarró un palo y persiguió a este hombre, pero no lo pudo alcanzar porque se metió en un cañaveral”, continuó Antoni.
Luego del sorpresivo ataque el adolescente de 15 años fue trasladado al hospital de Concepción para que le curaran la herida que sufrió en el brazo; mientras que a Romano, de 19 años, tuvieron que asistirlo por las puñaladas que sufrió en la cadera.
De acuerdo con el informe suministrado por la Policía, González hirió a tres personas. Sin embargo, la abuela del niño que está internado dijo que el sospechoso hirió en total a unos cinco jóvenes.
Debido a la complejidad de la lesión que sufrió, fue necesario trasladar al niño del hospital de Concepción al de la capital, en donde fue operado. Los médicos de guardia del Hospital de Niños informaron anoche que, a pesar de la gravedad de la lesión, la víctima está estable y que estaría fuera de peligro, aunque se debe aguardar su evolución luego de la cirugía que se le practicó.
Luego del ataque y la fuga de González, la fiesta, según explicaron los vecinos de Zelaya, continuó hasta que, a la mañana, el agresor regresó en busca de la motocicleta en la que había ido hasta el cumpleaños y que había dejado estacionada en la vereda.
En ese momento, los comensales que quedaban en la fiesta lo reconocieron y lo atacaron a golpes hasta que consiguieron reducirlo. Después llamaron a la Policía y lo entregaron. Fuentes policiales afirmaron que el sospechoso sufrió graves contusiones, pero que está fuera de peligro. La causa quedó a cargo de la Fiscalía de Instrucción de la I° Nominación del Centro Judicial Monteros, que está a cargo de Jorge Carrasco.
Luego de recibir asistencia médica, el sospechoso quedó alojado en la comisaría de Simoca.